Yo estaba en la espesura
Cuando Leticia despertó la casa estaba en silencio. No era de extrañar en lo absoluto, pues la mañana después de la fiesta de Navidad todos en su familia tenían la costumbre de dormir hasta tarde. Ella también se adhería a esa tradición, pero por alguna razón aquella mañana no podía hacerlo más. Simplemente se había despertado a las nueve y no había podido volver a dormir ya. Había algo extraño en el ambiente, o quizá sólo en su mente. Algo que le inquietaba como la visión de un espectro, como una criatura antinatural mirándola desde la oscuridad. ¿De qué se trataría todo eso exactamente? Leticia no tenía ni idea, pero sabía que para poder tener un buen día y no alarmar a su familia tenía que relajarse. Decidió pues salir a correr al bosque. Afuera hacía niebla, tanta que no alcanzaba ver el final de su cuadra. Pero eso no le importó, después de todo no había casi nadie en las calles, así que tampoco era como si fuese a chocar con alguien o algo así. Comenzó a correr de inmedia