Al respirar
Esperaba por ti mientras veía la lluvia, esperaba por ti mientras dormía al sol; siempre esperé por ti, mi amor; y hoy he dejado de esperar. He dejado las suaves brisas atrás para dar paso a la cruenta tempestad: su lluvia que hunde torres, su viento que azota montañas. Ven, sígueme, visitemos estos viejos bosques, caminemos entre los gigantes, ["Caminad"] y veamos cómo se detienen jamás. Sembraré un espejo, un lago de aguas profundas en el que podré verte cada noche; y así, como te vi por primera vez aquel día, siempre, siempre, te recordaré.