Vacío
Vacío altanero de coches silenciosos, de farolas truculentas, de sombras despiertas, de sonidos pretenciosos, de un gato en el alero. Vacío nefasto de bibliotecas y teatros, de galerías y llantos, mientras los bares y antros se dan gran abasto. Vacío sublime en sueños y risas de niños sonrisas del gris son aristas con color, declive. Vacío de mentes, de cuerpos, de almas; vacíos sonrientes, inhóspitos, como alboreas; vacíos pudientes de estrépitos y silencios, de alegrías y penas: somos cadentes. Centro de mi alma que en mi dulce calma vibra, reclama, en grito y flama a la silenciosa balsa que a la Estigia remansa. Una pieza que falta crece tanto y tan alta, que de vacío me tiñe y a toda la ciudad ciñe con garras de nada; triste pieza amada estrella que, fugaz, pasa: mi mente ya no es mi casa. Cielo sin nubes, sin nada: inmensidad azul, buscada; ojos perdidos en la niebla, cantos de