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Mostrando entradas de noviembre, 2014

La Carta de Mar.

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No lo entiendo. ¿Por qué? ¿Por qué tuve que ser yo el que recibiera esa carta? Ahí está, frente a mí, un simple trozo de papel, descolorido, arrugado, apenas legible en medio de todos esos garabatos. No se ve amenazador, su sombra apenas se nota en el suelo con la luz de la chimenea. Sin embargo, es dentro de mi alma donde la negrura que proyecta se vuelve más oscura con cada minuto que pasa. Mientras tanto, el enorme reloj de pie al lado de la puerta hace guardia para evitar que me escape. "Tic-Tac".  Tiemblo. A pesar de que estoy al lado de la chimenea, me estoy congelando. El fuego parece helado. La habitación se ha congelado en el tiempo. El reloj se sigue moviendo, pero yo se que en realidad no ha pasado nada, ni un segundo. Sí, frente a mis ojos. Lo juro, el tiempo ha dejado de existir. El reloj se mueve a toda velocidad, pero cada manecilla sigue su propia dirección. Pero yo sigo ahí, y el tiempo se ha detenido. Entonces volteo al fuego, y comprendo la razón de qu

El Árbol Rojo.

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No puedo escuchar el silencio. Mi respiración se pierde en el fragor del aleteo de los cuervos. Cuervos enormes, más grandes que mi perro, que se pasean campantes por mi ventana. Graznando, y picoteándose, peleando por devorar el pastel que había dejado en el marco para enfriarlo. Los ahuyento con una escoba. Ellos se van volando. Estoy molesta. Muy molesta. Mi pastel se ha arruinado. Hay pelusa en toda su superficie. Culpa de la escoba, culpa de los cuervos. Mi culpa, que inútil soy. Me siento en una silla junto a la ventana, y lloro.  Mis hijos, dos muchachos de 12 y 15 años, juegan en el jardín. Se persiguen el uno al otro, y luego intercambian los papeles. De pronto, el menor se detiene, y vuelve la mirada a un punto que escapa de mi marco de visión. Sonríe, y saluda. El mayor está distraído, se ha girado a buscar el balón en el cobertizo. No está al tanto de su hermano menor. El pequeño de 12 años mira indeciso a la casa, y luego a su hermano. Finalmente, comienza a caminar e