Decirte que te quiero

Se ve un arbusto de bugambilias sobre un fondo rosado pastel que también las ilumina.

Puedo muy fácilmente
decirte que te quiero
porque el camino a mi centro
lo has recorrido con esmero,
las rosas que lo rodean
no son todas de tus manos,
pero en tus ojos se crean
nuevos jardines lejanos
y la promesa de un día
vernos bajo el sol poniente,
las manos en armonía
y los labios un puente.

Quizá la nuestra canción
sea más bien vigorosa,
una carcajada al viento
una tormenta azarosa,
pero yo puedo muy fácilmente
decirte que te quiero.

Puedo a su vez decirle
si a usted le parece adecuado
que en mucho le tengo aprecio
pues con usted me siento abrigado,
quizá sea más apropiado
si procedemos con cuidado
respetando nuestros deseos
pero sin temores lejanos,
porque la vida ha sido larga
antes de llegar a su lado
y ahora que usted ve mi carga
quizá quiera esperar bienamado.

Es posible que nuestro himno
sea una pieza para orquesta,
un poema en el deliriro,
una puesta en escena,
pero yo puedo a su vez
decirle que mucho le aprecio.

Puedo también deciros
que os adoro en la distancia
puesto que vos sos argentino
y un continente nos separa,
quizá os parezca excesivo
como venirse muy arriba
pero es que me encuentro cautivo
por nuestra experiencia exclusiva
y entonces la neta decido
trataros con cierta inventiva
permitirme un poco impulsivo
beber en vuestra cocina.

Podría deciros que oigamos
algo de Cerati en la tarde
que con Gardel bailemos
y con Mercedes cenemos,
porque aunque esté muy distante
hasta allá llega mi sueño.

Texto e imagen de Viento Nocturno

Comentarios

Entradas populares de este blog

Niño malo

Cuando el frío descienda

El Horno