Utilícese ante el despecho
No quiero perdonarte.
Quiero que pasen los años
y que tu error permanezca
en tu consciencia,
inadmisible,
imposible de transitar.
No quiero facilitarte
el acceso
a la paz,
no quiero que descanses
y te olvides de todo,
que me llames con una sonrisa
como si nada hubiera pasado,
no quiero
que regreses.
Sí, lo recuerdo,
recuerdo lo mucho que dijiste
que me amabas,
recuerdo la noche de tus besos
y el camino de tus manos
y nuestros susurros en las calles
por la madrugada,
lo recuerdo y no planeo olvidarlo,
pero tampoco planeo
traerlo
de vuelta.
Así que vete.
Da media vuelta y vete.
No vuelvas por aquí
con tu rostro hermoso
pero hueco
y tus palabras dulces
pero vacías,
con tus caricias tiernas
pero heladas,
tus besos ardientes
pero distantes.
Desaparece.
Ahora quiero calma,
recuperar mis territorios
del alma,
volver a mis dominios
y construir en silencio
un nuevo destino,
porque el corazón
nunca ama solo una vez,
y el mío que es tan grande
se merece vivir.
Texto e imagen de Viento Nocturno
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