Te miré del otro lado del laberinto

La noche ilumina nuestros pasos, mi amor.


Vuela el fuego con vida

sobre nuestras cabezas,

respira

con el aire

de quince

pulmones

y manos

y brazos

y piernas

y labios.


Te miro

del otro lado

del laberinto

de los suspiros,

¿eres tú

acaso

el verdadero heredero

al trono en medio del jardín?


La noche es clara y una mariposa

vuela directa hasta tu boca

perdiéndose en medio

de una bola

de fuego,

pero este es diferente,

es otro su centro

y su aroma

y su color.


La luz

se apaga suavemente

diciendo adiós entre parpadeos,

mañana

prometo el néctar

en el primer rocío

tomar.


Texto e imagen de Viento Nocturno

Comentarios

Entradas populares de este blog

Niño malo

Cuando el frío descienda

El Horno