Vuelan las golondrinas
Recientemente leí un artículo que mencionaba a la golondrina como una de las especies en peligro de extinción. Mi corazón se empequeñeció ante la noticia tan terrible, lo que hizo que me sintiera inspirado para escribirles este breve poema en honor a toda la inspiración que nos han dado a los artistas. Espero como humanidad podamos hacer algo para evitar esta muerte.
Vuelven al anochecer a sus casas
todas las golondrinas,
puedes verlas, mira al cielo,
allá vuelan sin pesadillas
ni sueños pesados
ni pensamientos ambiguos,
vuelven todas a sus ventanas
a dormir junto a mi cama,
vuelven todas a sus puertas
para saludar a la mañana.
Vuelan tranquilas las golondrinas
por un cielo cada vez más negro,
hoy una se ha enfermado
y se ha quedado en cama tosiendo:
sangre negra escurre
de su pico tembloroso
mientras la pobre golondrina
muere sin nada de reposo.
Las ventanas están cerradas
para las golondrinas,
las puertas anuncian
su llegada con un grito,
abajo están los hijos del hombre
sin poder ver hacia arriba ya,
abajo están los hijos del hombre
olvidando esta vez sus pensamientos callar.
No hay futuro en este mundo
para las pobres golondrinas,
sus casas iluminadas
incluso a media noche
por las luces de fríos
caballos metálicos
no las dejan descansar,
no hay futuro en este mundo
para las pobres golondrinas,
el aire irrespirable
pudre sus pulmones
y la lluvia que quema
les rompe las alas
y ellas caen junto a los árboles
que sangran en silencio,
no hay futuro en este mundo
para las golondrinas ya.
Una madre que llora
se acerca hasta sus huevos
sólo para encontrar
oro negro dentro de ellos,
alza con sus patas
un leve filamento
que le quema y le incomoda,
pía desesperada, busca con su pico,
pero de sus hijos
no hay rastro ya.
La comida venenosa
llena los caminos,
medusas asesinas
flotan sin destino,
el cielo es negro
y el agua también,
los árboles se han ido
y las palomas también,
vuelan muy lejos, se van las golondrinas,
vuelan muy lejos de mi tejado,
abandonan su nido junto a mi cama,
abandonan su nido fuera de mi ventana,
vuelan muy lejos, se van las golondrinas,
se llevan su canto y su dulce arrullo,
ya no soñaré cuando duerma
y cuando mire al cielo
este estará vacío.
Vuelan muy lejos, se van las golondrinas
y ya no las volveremos a ver más.
Texto e imágenes de Viento Nocturno
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