El silencio del poeta

Varios botones de distintos tamaños y colores acomodados en forma de ave al vuelo.

Tengo un problema,
necesito atarme el botón a la cabeza
y volver los ojos al sitio olvidado,
aquel rincón en que una vez vi
florecer los dedos de mis manos.

Los pliegues de una camisa
no pueden cerrar
y se agitan en caos profundo
sin la ayuda de un botón:
como un cáncer
las arrugas se extienden
arruinando su presentación.

Necesito encontrar el ave
que voló desde una jaula vacía
escapando a través de las ventanas
de mi alma,
su canto ya no se escucha
en mi triste habitación
cuyos grises muros
crecen alrededor.

Quizá si abro la ventana
pueda entrar un rayo del sol,
quizá con la luz pueda ver
el lugar donde te olvidé:
ah, cariño, no seas tan dura,
solo estaremos aquí poco tiempo,
el tallo se extiende a través
del nudo de una cuerda
- solo estaremos aquí poco tiempo -.

Usaré mi sangre como tinta
para escribir estos versos
y no ser olvidado.

Texto e imagen de Viento Nocturno

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