Despertar fue siempre la parte más difícil del día.
Las horas que pasan entre el momento en que llego a la estación y el momento en que realmente puedo utilizar el tren son siempre las más largas. La gente nunca llega a la misma hora que yo, y casi nadie aborda el tren a primera hora del día. La gente suele despertarse en tiempo, o un poco más tarde de lo que les permite su horario. Ni siquiera la persona más nerviosa comprendería mi ansiedad, mi terror a llegar tarde.
¿Recogiste a Juan de la escuela, verdad?
Un dato curioso: todos los periódicos de aquella semana tenían mi nombre. Por siete largos días fui el padre más famoso de la ciudad. Siete días de fama. Después caí en el olvido, tal y como se olvida a la serie que ya pasó de moda, o a la celebridad que se ha derrumbado sobre sí misma. Ella no olvidó, por supuesto; ni ella ni ninguno de sus conocidos después de la soga colgada en el techo. La casa está muy silenciosa sin los llantos de mi esposa.
- ¿Cuándo fue la última vez que me sentí vivo? Vaya pregunta, realmente no eres una persona discreta, ¿cierto? Pues veamos, creo que fue esa tarde. La directora se mostró muy sorprendida de verme, y se puso pálida. ¿No había venido usted ya por él hace un rato? Ahí sí, sin duda, me sentí más vivo que nunca.
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