Selene Terribilis - SONETO

Aquella noche había una luna terrible, 
triste esfera de sangre, queda mirada mortal.
Gran espina y rosa ausente, ¡oh herida fatal!
al corazón pequeño, profundidad legible.

Muerte en el cielo, luna negra, y no hay estrellas
para alumbrar al perdido, dando vueltas, ciego,
destruye el valle de espinas en su fiel apego:
ve la luna, y llora, y las lágrimas destellan.

Un grave error del sangriento verdugo espinoso;
no dejarme vivir más que para pronto partir
a la azarosa oscuridad sintiendo esperanza;

la cual está predestinada, triste bonanza.
¡Soy una sombra marchita, de podredumbre esbozo!
Luna terrible, mis ojos en ti deben morir.





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