El Derecho a Amar
Hablemos sobre homofobia.
Un tema difícil, cruel, y bastante espinoso. Pero espero que esto sirva para crear consciencia a algunas personas, y para apoyar a otras.
Primero, una pregunta para los lectores homófobos: ¿entienden el alcance de sus actos en la psique de una persona?
Por ejemplo, veamos lo que le sucede a éste chico:
¿Por qué no tengo derecho a amar?
Él se preguntaba.
¿Vale la pena amar a alguien que evidentemente me va a odiar?
¿Por qué? ¿por qué he sufrido la maldición de ser quien soy? Me odio, debo odiarme, porque al no tener derecho a amar, no tengo derecho a ser, por lo que lo correcto en realidad, es que no exista.
Debo desaparecer, así ya no dolerá más, no tendré que aguantar más a la gente, ni el odio de mis padres, ni las críticas de mis "amigos. Mejor saltar, mejor saltar, quizá, haya algo mejor al otro lado.
O quizá... Mi existencia es tan abominable que sólo me espera sufrimiento.
La conclusión del chico:
DEBO MORIR, ASÍ EL MUNDO NO ME LASTIMARÁ.
Efectivamente, se suicidó.
¿Deprimente?
Bastante, pero lo cierto es que todos como sociedad contribuimos a que historias como ésta sean nuestro día a día.
Veamos el caso de ésta chica:
Ayuda.
Ella pedía sin parar.
No se qué hacer.
Mi novio se ha enfadado conmigo, porque he dejado de amarlo. No entiendo la verdad, tengo la sensación de que nunca lo he amado en realidad. Me siento culpable, es mi culpa por engañarlo, por querer algo imposible, por amar de una forma diferente.
No se si sea correcto que ame.
Quizá... Quizá fuera mejor que dejara de amar, que estuviera con él, aunque no lo amase, para guardar las apariencias y poder tener el derecho a vivir.
Mejor sellar mis labios, encerrar mi corazón, negar mis sentimientos, y vivir con el alma destrozada, negándome a sentir nada, encerrada en mí misma...
Y su conclusión fue:
DEBO DESAPARECER, ASÍ EL MUNDO NO ME LASTIMARÁ.
¿Adivinas quién es el mundo?
Tal vez no seas tú, tal vez tu seas una persona con buen corazón, o uno de los casos anteriores.
Pero tal vez, tú conoces a alguien así:
Una vecina chismosa, siempre metiéndose en la privacidad de la gente.
Un amigo violento que disfruta de hacer sentir mal a la gente para satisfacer su ego.
Una maestra aparentemente amable pero que en el fondo es de una mente cerrada y violenta.
Unos padres que te echarán de casa apenas muestres señales de ser aquello que ellos tanto critican.
Un desconocido o una desconocida que matarían a aquellos que son diferentes a ellos si llegara a ser legal.
No, tal vez, tu no seas una de esas personas.
Pero, ¿sabes?
Quizá, tú dejas que eso pase. No hacer nada no es equivalente a estar libre de culpa.
Porque, en realidad...
...
¿Es éste el mundo que quieres?
Un mundo de dolor, donde la gente muere y se odia a sí misma, donde el odio a otros es el orden común. Un mundo de suicidios, de depresión, y represión. Un mundo sin amor ni sentimiento, un mundo de gente asustada, o violenta y cerrada. Un mundo de asesinos y destructores.
Un mundo horrible.
¿Por qué odias?
En realidad, ¿cuál es tu razón para hacerlo?
Al odiar, no sólo lastimas a otros, si no que te lastimas a ti mismo.
¿Que cómo?
Porque en el fondo, por más cegado por el odio que estés, sabes que eso que hiciste está mal, que duele, y que le hiciste mucho daño a esa otra persona.
Por que puedes imaginártelo desde su punto de vista, o imaginarte que horrible se sentiría si esa persona fuera tu hijo o tu hermano, que terrible verla tan dañada.
Entonces, la solución es bien sencilla, ¿no crees?
AMA.
Ama a todo ser humano, como si fuera miembro de tu familia, porque en realidad, todos lo son.
Al final, todos nacemos, crecemos, y morimos.
Todos sentimos tristeza, todos sentimos felicidad, enojo, simpatía. Todos amamos, y todos nos enfadamos, pero también, todos sabemos perdonar. A algunos les cuesta más perdonar que a otros. Pero al final, uno simplemente, se da cuenta de que duele seguir recordando algo desagradable.
Y termina olvidando, o perdonando inconscientemente.
El perdón es la sanación.
Y en el perdón hay aceptación.
ACEPTA.
Todos somos diferentes. Nadie planea convencerte de que tú dejes de ser tú.
¡PERO TU TAMPOCO LO HAGAS!
Sé, y deja ser. Vive rodeado de las personas que quieres, y si alguien te incomoda, sólo acéptalo, acepta su humanidad, que es tan humano como tú. Si aún así te sientes mal, por equis o ye razones, simplemente déjalo estar.
El respeto que le des a una persona, es el respeto que te dará de vuelta. Si consigues abrirte mentalmente por completo, prueba conociendo a esa persona. Porque, no necesitas ser homosexual, para ser amigo de un homosexual, ni ser heterosexual, para juntarte con heterosexuales.
Todos somos humanos, y un amigo puede venir de cualquier sitio.
Pero aún así, a veces, de alguna forma, puede que te de miedo...
APRENDE.
Muy probablemente, lo que tú creas saber sea erróneo. La información negativa corre casi tan rápido como el odio que la genera.
¡INFÓRMATE BIEN!
El ser humano es bueno por naturaleza. Después llega la sociedad, y lo corrompe.
No confíes en la información difundida por cualquier medio. Puedes probar hacer una investigación a fondo para darte cuenta que en realidad, no te afecta, o puedes probar conocer a una de las personas a las que tanto temes, para darte cuenta de que son tan personas como tú.
Buenas personas. Personas que aman, de gran corazón.
Personas que sienten dolor, pero probablemente, buenos amigos.
¡Abre tu mente a ideas nuevas! El mundo está cambiando.
...
Y si tú no eres homofóbico, si no que eres heterosexual de mente abierta, gay, lesbiana, bisexual, o transgénero, aún así siempre recuerda:
TODOS TENEMOS EL DERECHO A AMAR.
Comentarios
Publicar un comentario