Fondo (Bottom traducido)

Y entonces, ella cayó.
Se resbaló a través del borde, la esquina entre la cordura y la locura, la puerta a la locura. Y siguió cayendo a través de ese pozo sin fondo. Cada vez, más y más oscuro. 
Aquellos olvidados mucho tiempo atrás todavía trataban de sobrevivir ahí abajo. Algunos flotando, o tratando de flotar. Otros agarrando cualquier pequeña roca en las paredes que pudiera ayudarlos a volver a la luz, aunque fueran rasposas. 
Vio tonos de negrura y niveles de locura que nunca antes había imaginado. Y siguió yendo más y más profundo de cualquier forma. Estaba demasiado adormilada para despertar. Demasiado triste para querer la luz.
Llegó un momento, ella ni siquiera notó cuándo, en que ya no hubo más humanos. Sólo sombras. Sombras del pasado, del futuro, y destellos de un presente iluminado de rojo. De lo que fue, lo que pudo haber sido si algo no hubiera pasado, de la cruel realidad de lo que de hecho había pasado de cualquier forma. Ella aprendió viendo esas sombras que los finales felices de hecho no existen. Siempre hay dolor y oscuridad, incluso si casi todos están felices, incluso si la escena parece a veces tan luminosa y llena de paz, siempre hay crueldad, oscuridad, sufrimiento. Nadie puede escapar. 
Pero entonces... 
De alguna forma, las imágenes cambiaron abruptamente. 
Ahora ella era capáz de ver los caminos, porque incluso en la más profunda oscuridad siempre hay una luz. Vio personas transformadas en cuerpos sin alma, ya no les importaba nada. Vio personas luchando, y también cayendo. Vio personas sufriendo, pero siendo felices porque eran capaces de disfrutar los pequeños y cortos momentos de felicidad que tenían. Habían aprendido a disfrutar las cosas pequeñas, esos especiales pero casi sin importancia momentos de la vida. 
Entonces...
Era eso... ¿verdad? 
La Verdad que ella había estado buscando... 
Pero, de cualquier forma, ella ni siquiera quería parar de caer. Incluso si ahora estaba despierta. Ella quería estar ahí abajo, aprendiendo los secretos del pozo. Quizá ayudando a otros a sobrevivir, quizá enseñándoles los secretos, o instruyéndolos sobre flotar y escalar. 
Y entonces, como ella decidió eso... los últimos secretos del abismo se revelaron frente a sus ojos. No había un final para el pozo, un fondo, pero también, en esos profundos niveles, había esperanza. Quizás era casi invisible. Pero siempre estaba ahí. Ahí abajo, en la oscuridad, la ESPERANZA tenía un significado distinto. 
De esa forma fue que ella se convirtió en la Dama de la Oscuridad. La más hermosa y peligrosa de todos los inmortales, pero también, la más amable y comprensiva. 
Porque la oscuridad es eterna, ella vivió a través de la eternidad. 
Su nombre fue olvidado, y ella siguió cayendo. 
Pero todavía hoy, puedes oír su voz. Un dulce susurro, muy lejos allá abajo. Ella en verdad ama y ayuda a todos, porque los entiende, y ella imparte justicia con todos ellos, ayudándoles para que resuelvan sus errores ellos mismos. 
Y entonces... 
La oscuridad humana cambió para siempre, ya nunca sería igual. 
Porque, ahora... 
Había Esperanza. 

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