Nacimiento de una Valquiria

Ella era perfecta, es lo único que todos pueden recordar de ella. Llegó al pueblo junto con su abuela Hilda, al parecer venían de muy lejos. Ella era apenas una bebe por aquel entonces. Sus padres, según había dicho la señora, habían muerto. Sin embargo, ella nunca creció extrañándolos o sintiéndose triste, deprimida o algo por ellos. Simplemente, no pensaba en ello y ya.

Creció, y sacaba puros dieces por calificaciones. Era muy querida, entre niños y adultos. Buena en todos los deportes, rápidamente arrasó las competencias. Pero de alguna forma, conseguía no despertar envidia ni sentimientos de odio en los demás niños. 

Cuando entró a Secundaria, descubrió que tenía un gran talento artístico. Todos los instrumentos musicales creados hasta ahora por el hombre al llegar a sus manos eran tocados con tal maestría, que pareciese que hubiera estado estudiando por años la forma de manejarlos. Cualquier disciplina artística que se le pusiera enfrente era dominada con creces. Y sin embargo, no decrecían sus calificaciones en ciencias exactas, seguían perfectas, así como sus habilidades deportivas, que iban creciendo conforme abarcaban más y más deportes. 

Luego llegó la preparatoria. Proyectos, exámenes, nuevas responsabilidades, y problemas sociales a montón. Sin embargo, parecía que no le afectara. Dormía bien, comía bien, salía con sus amigos, tenía un buen cuerpo, una cara bonita, le caía bien a todos, cumplía con todo, y conseguía las mejores calificaciones solamente. 

El último semestre llegó. Todos estaban emocionados y algo tristes, dentro de nada se graduarían, alcanzarían la mayoría de edad y se irían a la universidad. Se decidió que, en la ceremonia de despedida, los alumnos de sexto semestre presentasen una obra de teatro a los padres de familia, maestros, alumnos, y al público en general. Éstos estuvieron de acuerdo. 

Por supuesto que la pequeña de Hilda consiguió el papel principal. La obra, titulada Nacimiento de una Valquiria, había sido escrita por el bisabuelo de la chica perfecta largo tiempo atrás. Trataba de una doncella vikinga llamada Leona que sufría las terribles desdichas de una guerra que azotaba su país. Todos a quienes conocía morían luchando, y entonces ella imploraba a Odín que le permitiese regresarlos a la vida. Y Odín la tomaba entonces bajo su servicio como una valquiria, para que recolectara las almas de los caídos en la guerra y las sumara a las filas del Ejército del Fin del Mundo. Decidieron incluirle coros, y algunos toques de comedia. No querían que fuera una obra demasiado depresiva. 

El día de la representación teatral llegó finalmente. Todo el pueblo estaba reunido bajo el auditorio, listos para contemplar el fruto de los esfuerzos de los alumnos de la preparatoria. Nadie se percataba que afuera, una terrible tormenta llena de rayos y truenos arreciaba. Toda la obra transcurrió de maravilla, los talentosos futuros universitarios se lucieron bastante esa noche. 

Sin embargo, al final de la representación, justo cuando Odín le decía a la chica perfecta alias "Leona" que sería aceptada como su nueva valquiria, un repentino rayo de luz cegó a todos por un momento, mientras un retumbar estruendoso azotaba sus tímpanos. Un rayo había caído sobre el teatro, partiendo el techo por la mitad. De inmediato, otro rayo cayó, dándole a"Leona" en el escenario. 

Entonces, la chica perfecta pareció desvanecerse, mientras su cuerpo se rodeaba de una etérea luz azulada y comenzaba a flotar, agitando el aire en fuertes corrientes a su alrededor. Poco a poco, comenzó a elevarse hacia el agujero del techo. Y entonces, la valquiria más importante de Odín, se levantó de entre los humanos, quitándose su disfraz de anciana. Ya no era Hilda, ahora era Brunilda. 

-Vamos, pequeña. Es hora de que te reúnas con el resto de las nuestras. Salve Rágnarok- dijo la valquiria con una voz tan terrible y a la vez tan hermosa, que se quedaría impresa en el corazón de los presentes para la eternidad. 

Y así, Brunilda y la valquiria recién nacida dejaron nuestro mundo humano, partiendo hacia Asgard. Dejando un recordatorio en las memorias de todos aquellos que la conocieron: la perfección no es una cualidad humana...

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